Las manchas de la piel


Por Martín Cuitzeo Domínguez Núñez

El perro pinto calla ladridos, aguarda.  Manchas de mango  le  salpican  el hocico y las torcidas patas.   Tiene el cuerpo deliciosamente rechoncho.  Sus orejas dialogan con la cola y las garras. Su color bayo conversa con nosotros, envejece. La piel se le transforma en hojas de maíz secas.  Es el can de cerámica, es el guardián de las tumbas de Tiro en Colima. Pronto cerrarán el museo, quedará otra vez a  solas como antes de que lo desenterraran. 
Diálogos con el barro y la piedra número 2.
Colección de postales arqueológicas.